viernes, 9 de enero de 2009

Mañanadelunes

Trepando entre marchítas mariposas
Caen las bocas herméticas de pensamientos ajenos.
Pequeñas uñas clavadas en cada uno de los poros infectados de silencio.
No hay nada más que decir que la gola atragantada de miedo y visceras mal rasuradas, mal conjeturadas.

Mañanadelunes


Permiso para usarle de tanto usarme sin permiso
Permiso para llorar en el pecho de la gorda
Donde todas las madres avecinan en su rostro. Miedo de la muerte en mí. Si no puede ser más que un sueño atrapado en el olvido en un letargo indefinido.

Mañanadelunes.

1 comentario:

Atenea Kamet dijo...

"Pequeñas uñas clavadas en cada uno de los poros infectados de silencio."

Punzan y a la vez ensucian, infectan u se infectan, que oscuro puede ser el silencio en ciertas ocasiones...
Besos