El diálogo entre las palabras es agitado y promiscuo.
Muestran nuestra figura descompuesta, desinteresadas mirando a otra parte, deshilachando nuestros limites
domingo, 17 de julio de 2011
H
Si nos ibamos a dormir empezaba la grieta entre los sueños y las raíces. Las niñas caíamos despiertas de la mano. Ellas se agarraban de los pelos, yo me columpiaba debajo de la tortuga entre tu espejo y aquella flor que olía a fresa.
2 comentarios:
Es como oservar un cuadro abstracto...
gracias que lindo !!!!!
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